Lapsus de ternura (La Pequeña Gigante)

Fue distinto Santiago por estos días: las calles estaban en fulgor,la gente sonreía y la complicidad de los niños y adultos dió paso a creer en un arte esperanzador, extasiado de vida que reafirmaba un espacio cultural que otorgaba humanidad a esta ciudad.Al paso de la compañía Royal de Luxe ,todos fuimos cómplices de ella:una niña que a través de la ternura conmovió cada rinconcito del alma, pues cada ciudadano era parte de ella y su estadía la anunciaban los noticiaros ,que se convirtieron en un conjunto surrealista que experimentaba la dulzura para acarrear a la gente hacia el asombro.Ese mismisimo asombro fue lo que nos entregó cuando respiraba en cada instante que movía sus piernas,que pestañeaba y miraba el entorno del Santiago sucio que se manifestaba en arrebol. La gente estaba feliz, se sumergió en la ternura masiva y se apartó de la visión apocaliptica: fue un descanso necesario lo que se experimentó y causal de descubrimientos que implicaron el adorar a esta ciudad , que por esta vez , cobijó de ternura a La Pequeña Gigante.