Y él se murió en un día cálido( parte uno)

1.
Las viejas cual gallinas imploraban dentro de un cerco con efigies que demostraban la gratitud a un viejo atiborrado de consecuencias: se hacía el loco mientras condena tras condena quedaba absuelto por sus carencias humanas. Las banderitas sacadas del último dieciocho flameaban al compás de "pinochet aquí solo manda usted"mientras las voces descomunales de cientos de viejas frigidas se alzaban en consigna frente a su dios.
2.
Avanzaba el calor, el sol cruzaba las cabezas de miles deplazados llevados por el triunfo de ver a quien desearon la muerte hasta en los deseos inocentes que uno emite al soplar las velas.
3.
Que rabia, que rabia no poder haberlo visto parir con terror la pena profunda que si se vió en el brote de cuerpos lanzados al Mapocho. "Déjame ver tu rostro para darte el perdón" me sopla el cura revolucionario.Sin embargo el se ocultó bajo la demencia , creyendo que con eso ocultaría sus condenas.
4.
Hecho especialmente para la celebración: festejando tu muerte bajo pancartas que recuerdan lo más honorable de ti : la sinverguenzura, la poca elegancia para cometer las fechorías, la notable falta de clase para matar a costa de otros y robar a través de otros. La muerte se acercó justo cuando las exequías de un ejecutado político y el discurso de la madre de los hermanos Vergara se enaltecía como ruego para que recibieras condena.
5.
La injusticia quedó plagada en el abandono a la vida que hiciste: que hasta para eso hiciste burla, pues quedaste absuelto de condenas y fastidios. A pesar de ello, la mayor burla que te hicieron fue el existir un día cálido para celebrar, gritar por la muerte de un" icono dictatorial" y zambullirse en las lágrimas de la nostalgia. Cierto, no recibiste condena, pero moriste en un día cálido para que justamente nosotros celebraramos.